viernes, 14 de octubre de 2011

Sentir

A veces me pregunto, ¿Qué hago aqui?, hasta el recordar como se escribe cada palabra, me trae a mi una especie de reja o restricción, será por eso que los jóvenes de ahora ya no escriben con reglas, siento muchas veces que estoy encasillado en un devenir sin la libertad de elegir,las reglas sociales, son esas las que nos encasillan, algunos parecen tener la habilidad de vivir en ellas de la mejor manera, hasta disfrutan tenerlas, las toman como el camino a seguir, y estan seguros dentro de ellas, a mi me aburren, por eso debo cambiar cada cierto tiempo lo que hago en rutina, pero hay cosas que no puedo cambiar, el hecho de tener una familia, el hecho de brindarles educación a mis hijos, brindarles salud, como si pudiera brindarles salud, siento en este caso que debo enseñarles a sentirse saludables, a saberse poseedores de sanarse a si mismos, algo que trato, siempre, a veces no lo he logrado, pero siempre he tratado de hacerme resposable de mi salud, aun que a muchos que le dan el poder a los médicos y a las medicinas le suene a loco, o a otros obstinado, hasta necio, de la educación, ni hablar, siento que los lleva a encasillarse en esta sociedad, algunos me dicen que es en la que vivimos, y debemos saber como vivir en ella, pues yo diría, por eso vivimos en ella, por que no hemos tomado de nosotros lo que realmente queremos y lo hemos concretado en esta realidad, cambiándola, ahora no se si usar coma o punto y coma, o punto...y asi nuestra sociedad nos limita en todo...algunos dirán, que eso es para los que no se han preparado lo suficiente, yo les diría, que eso es egoista, viendo que esta sociedad nos hace eso exactamente, nos hace seres egoistas...partamos del hecho que nos dicen que la sociedad es competitiva, y lo vemos por todos lados, profesión competitiva, sueldo competitivo, deportes competitivos, arte, el artista es un gran perdido en esta sociedad de competencias, tiene que comer y si no vende de donde, y a donde nos lleva toda esta competitividad...a simplemente ser egoistas, solo eso, como un deportista puede ser competitivo y a la ves humilde, dicen que los hay, yo digo que solo por un tiempo, y luego se pierden en la vanidad y el egoismo, otra cosa parece ser que tratando de cubrir las apariencias se pongan a regalar por aqui y por alla, incluso cuando hacen eso lo difunden y lo proclaman porque en su ser esta en primer lugar ser competitivo, regalar más que el otro, bueno parece que me ido por las ramas, bueno, tratando de ver la educación, entonces que hacer con una educación que no te parece, eso me recuerda algo, haber escuchado de familias enteras que se internan en selvas o montañas alejadas de la sociedad para vivir una vida natural, antes me parecía una aberración, absurdo, pero ahora las entiendo, al no encontrarle sentido a esta vida, buscan otra vida, son muy valientes, son familias que han hecho lo que han sentido, eso es lo bonito. Entonces volviendo al tema, será que es la primera vez que vengo a este planeta, a veces se me ha presentado esa duda, no parezco tener las habilidades o virtudes propias de los que por ejemplo manejan dinero, y he tratado por diferentes medios que veo que otros usan, y que va, por ejemplo acumular dinero me esta como vedado, de hecho acumular propiedades también se me ha hecho dificil, por eso mi duda, y supongo que en otros mundos no existe algo similar al dinero, estoy casi seguro, por lo menos en los que parece que yo he estado, y bueno comentando un poco esto, de estar en otrso mundos, debe sonarle a muchos como: De que habla este loco... No lo creen posible, que va de otro mundo, esta loco, pues es otra cosa que yo si creo, y tal vez muchos hayan estado en otros mundos, y ahora están aqui por primera vez, tal vez eso es a propósito, para que este mundo cambie, por que todo cambia, se imaginan este mundo sin dinero... muchos dirán estas mas loco...claro requiere de una sociedad bastante responsable, más que una sociedad, hablemos de los individuos, requiere de individuos responsables, y eso va suceder aqui, tal vez en 100 o 200 años... si los humanos queremos seguir en este mundo tenemos que cambiar, y uno de los cambios va ser ese, y ojo no es comunismo, que va, no es una dictadura, es responsabilidad individual, la ampliación de nuestros sentidos, la honestidad manifiesta, nada que esconder, abiertos totalmente a cada ser...y nadie nos va cambiar, nadie, esa va ser nuestra naturaleza, y en la medida que la vayamos adoptando iremos dejando viejo hábitos, como mentir, cobrar de más, te imaginas en un principio, todavía con dinero y con esa conciencia ampliada, una señora con necesidades va a la tienda y la tendera que ahora siente lo que le pasa a su cliente, sin necesidad de preguntarle, va y le regala todo lo que quiera, y el dueño dirá que bien has hecho, y entonces diremos, para que el dinero, vamos a tener cada quien lo que necesita y listo...bueno me fui a otro mundo, a veces pienso que vine a eso a cambiar esto, pero que va, me espanta hablar en publico, entonces a que vine ¿?...

miércoles, 17 de agosto de 2011

ESPEJOS DE LAS RELACIONES - Deepak Chopra - Tú y yo somos lo mismo Amado


Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una entidad única.
Esto implica ver todas las cosas del mundo, ver a todas las personas del mundo y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros. Tú y yo somos lo mismo.
Todo es lo mismo.
Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas.
A esto se llama espejo de las relaciones.
A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito.
Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida.
Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mi mismo.
Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta úlltma es la unidad de la conciencia.
Todos somos inevitablemente parte de la conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando comenzamos a reconocer esta conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos compañeros de trabajo, relaciones amorosas.
Todas son en esencia, experiencias espirituales.
Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de atemporalidad.
En ese momento, estás en paz con la incertidumbre.
Te sientes de maravilla, pero vulnerable, sientes cercanía, pero también desprotección.
Estás transformándote, cambiando pero sin miedo.
Te sientes maravillado.
Esa es una experiencia espiritual.
A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia.
Tanto aquellos a quienes amamos, como por aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros.
¿Hacia quienes nos sentimos atraidos? hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo.
Queremos estar en su compañia porque subconciéntemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características.
Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que reflejan las características que negamos de nosotros.
Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, característica que no estás dispuesto a aceptar.
Si las aceptaras, no te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para la evolución de nuestra conciencia.
La próxima vez que te sientas atraído por alguien pregúntate
¿que te atrajo?.
¿su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia?.
Cualquier cosa que haya sido sé conciente de que esa característica también florece en ti.
Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso en ti más plenamente.
Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo.
Al adoptar más plenamente tu verdadero yo debes comprender y aceptar tus caraterísticas menos atractivas.
La naturaleza escencial del universo es la coexistencia de valores opuestos.
No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño.
Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características en quienes nos rodean.
¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados?; normalmente aquellas no comprenden, porque les sucede esto una y otra vez, año tras año.
No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas.
Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta en tí.
Es otro paso a favor de tu Ser Espiritual.
Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad.
Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos nunca te sientes juzgado.
Esto sólo ocurre cuando la persona ve el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto como características externas.
Cuando estamos dispuestos a aceptar nuestro lado luminoso y oscuro de nuestro Ser podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones.
Todos somos multidimensionales, omnidimesionales.
Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro Ser, reconocemos nuestra conexión con la Conciencia Universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos mas claramente en los demás está presente en nosotros.
Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro Ser completo.
Para esto es necesario estar en Paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros.
Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro Ser Universal no Circunscrito.
Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad.
Este es el poder del Espejo de las Relaciones.

Compartiendo esta reflexión

Te abrazo en la Unidad,
Somos Uno y estamos Contenidos....
maravilloso espejo que me espeja
te amo....
http://reikienergiasanadora.ning.com/forum/topics/espejos-de-las-relaciones?commentId=3719380%3AComment%3A117000

jueves, 26 de mayo de 2011

La Belle Verte (Planeta Libre)

"¡COSAS COMO ÉSTAS O 'MAYORES' VOSOTROS TAMBIÉN LAS HARÉIS!"

¿Cómo puedes amar al prójimo cuando ni siquiera te amas a ti mismo? ¿Puedes saciar el hambre de tus semejantes cuando tu despensa está vacía? ¿Te convertirás en fuente de agua viva para el sediento cuando tu propio pozo está seco, cuando tú mismo mueres deshidratado? Gandhi y Jesús nos exhortaban a hallar a Dios y el Amor en el prójimo porque –previamente- ya los habían hallado en sí mismos. Ambos sólo deseaban una cosa para ti: que liberaras todo tu poder personal –que, literalmente, puedas mover montañas a través de la vivencia de tu conciencia Crística o estado de Budeidad, vale decir, de la plena comprensión espiritual de que Dios es Amor y el Amor es Todo.



Citando a Osho:
"Buda, más que budistas, quería Budas; Cristo, más que cristianos, quería Cristos"
*Si ves la menor diferencia entre tú y Dios, ¡no has entendido nada!

"Aquel que ve a Dios en su prójimo, no necesita buscar más", dijo alguna vez Mahatma Gandhi. "Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo", sentenciaba dos mil años antes Jesús de Nazareth. No obstante, nos toca preguntarnos, ¿cómo puedes amar al prójimo cuando ni siquiera te amas a ti mismo? ¿Puedes saciar el hambre de tus semejantes cuando tu despensa está vacía? ¿Te convertirás en fuente de agua viva para el sediento cuando tu propio pozo está seco, cuando tú mismo mueres deshidratado?

Gandhi y Jesús nos exhortaban a hallar a Dios y el Amor en el prójimo porque –previamente- ya los habían hallado en sí mismos. Y es que cuando en nuestro interior rebosamos de Dios y Amor –exactos sinónimos de acuerdo a la sabiduría del Nazareno- ya somos incapaces de hacer diferencias entre nosotros y nuestros semejantes. En ese momento, todos y Todo pasamos a ser Uno.

Sí, en la plena conciencia del Amor, todos somos Uno –ni más ni menos. Por eso, desde hace tres mil años, leemos en los *Upanishads* (textos sacros del hinduismo): "Si ves la menor diferencia entre tú y Brahman (Dios, el Ser Superior) es porque no has entendido nada". En el Evangelio según Tomás (apócrifo según las denominaciones cristianas), el célebre carpintero de Belén habría dicho: "Cuando de dos hagáis Uno, cuando lo interior sea igual lo exterior, cuando lo que está arriba equivalga a lo que está abajo, entonces entrareis en el Reino de los Cielos".

A esa plena conciencia de Dios en nosotros, a esa infinita experiencia del Amor que reúne (que *religa*, raíz de la palabra *religión*) a todos los seres en la Unidad del Padre es lo que llamamos el Cristo. Es una experiencia plena de poder y expansión porque, ¿puede haber algo más poderoso que experimentar toda la creatividad de Dios en nosotros? Convertirnos en Cristos fue, sin duda, el mayor apostolado de Jesús. ¿Que decía el ebanista judío tras sanar enfermos, arrojar demonios, mutar agua en vino y caminar sobre las aguas? Su mensaje era contundente: "¡Cosas como éstas o *mayores* vosotros también las haréis!" (nota, amigo lector o lectora, el *mayores*).

¿Quería acaso discípulos pasivos, dóciles ovejas temerosas del golpe de cayado del pastor? No, su mensaje estaba saturado de Poder: "Sois dioses", dijo a sus discípulos y a quienes tuvieran la paciencia de escucharle. Por eso, y de acuerdo a su enseñanza, si "vuestra fe tuviera el tamaño de una semilla de mostaza y dijerais a ese monte *pásate de allá para acá*, se pasará; y nada os será imposible" (¡nada!). Cuando un Jesús o un Buda nos ven con unos pocos panes y peces en las manos, nos instan a pensar en grande, nos exhortan a obrar de la siguiente manera: "Multiplíquenlos y sacien el hambre de miles, de millones –sean amigos, desconocidos o enemigos".

Tras examinar estos pasajes, la frase del maestro Osho con la que comenzamos este artículo nos parece aún más lúcida: "Buda, más que budistas, quería Budas; Cristo, más que cristianos, quería Cristos". Por eso, convertirnos en Cristos o en Budas no es una inflada pretensión de nuestros egos, una demente aspiración de nuestros espíritus: de hecho, es nuestra mayor y única
necesidad espiritual.

De Carmelo Urso ♥
http://armonicosdeconciencia.blogspot.com/2010/09/carmelo-urso-como-puedes-amar-al.html

viernes, 20 de mayo de 2011

La mente herida


Quizá nunca hayas pensado en esta cuestión, pero en mayor o en menor medida, todos nosotros somos maestros. Somos maestros porque tenemos el poder de crear y de dirigir nuestra propia vida.
De la misma manera en que las distintas sociedades y religiones de todo el mundo han creado una mitología increíble, nosotros creamos la nuestra.

Nuestra mitología personal está poblada de héroes y villanos, ángeles y demonios, reyes y plebeyos.
Creamos una población entera en nuestra mente e incluimos múltiples personalidades para nosotros mismos. Después, adquirimos dominio sobre la imagen que vamos a utilizar en determinadas circunstancias. Nos convertimos en artistas del fingimiento y de la proyección de nuestra imagen y en maestros de cualquier cosa que creemos ser.
Cuando conocemos a otras personas las clasificamos de inmediato según lo que nosotros creemos que son. Y actuamos del mismo modo con todas las personas y cosas que nos rodean.
Tienes el poder de crear. Tu poder es tan fuerte que cualquier cosa que decidas creer se convierte en realidad. Te creas a ti mismo, sea lo que sea que creas que eres.
Eres como eres porque eso es lo que crees sobre ti mismo. Toda tu realidad, todo lo que crees, es fruto de tu propia creación. Tienes el mismo poder que cualquier otro ser humano en el mundo. La principal diferencia entre otra persona y tú estriba en la manera en que aplicas tu poder y en lo que creas con él.

Tal vez te parezcas a otras personas en muchas cosas, pero no todo el mundo vive la vida de la misma manera que tú.
Has practicado toda tu vida para ser quien eres y lo haces tan bien que te has convertido en un maestro de lo que crees que eres. Eres un maestro de tu propia personalidad y de tus propias creencias; dominas cada acción y cada reacción.

Practicas durante años y años hasta que alcanzas el nivel de maestría para ser lo que crees que eres. Y cuando por fin comprendemos que todos nosotros somos maestros, llegamos a ver qué tipo de maestría tenemos.
Cuando un niño tiene un problema con alguien, y se enfada, por la razón que sea, el enfado hace que el problema desaparezca y de este modo obtiene el resultado que quería. Entonces, vuelve a ocurrir, y vuelve a reaccionar con enfado, ya que ahora sabe que, si se enfada, el problema desaparecerá. Pues bien, después practica y practica hasta llegar a convertirse en un maestro del enfado.
Pues bien, de esta misma manera es como nos convertimos en maestros de los celos, en maestros de la tristeza o en maestros del auto-rechazo.

Toda nuestra desdicha y nuestro sufrimiento tienen su origen en la práctica. Establecemos un acuerdo con nosotros mismos y lo practicamos hasta que llega a convertirse en una maestría completa. El modo en que pensamos, el modo en que sentimos y el modo en que actuamos se convierte en algo tan rutinario que dejamos de prestar atención a lo que hacemos.

Nos comportamos de una manera determinada sólo porque estamos
acostumbrados a actuar y a reaccionar así.
Pero para convertirnos en maestros del amor tenemos que practicar el amor.

El arte de las relaciones también es una maestría completa y el único modo de alcanzarla es mediante la práctica. Por consiguiente, para llegar a ser maestro en una relación hay que actuar. No se trata de adquirir determinados conceptos ni de alcanzar un conocimiento en concreto. Es una cuestión de acción. Ahora bien, evidentemente, para actuar es preciso contar con algún conocimiento o al menos con una mayor conciencia de la manera en que funcionamos los seres humanos.
Quiero que te imagines que vives en un planeta donde todas las personas padecen una enfermedad en la piel. Durante dos mil o tres mil años, la gente de este planeta ha sufrido la misma enfermedad: todo su cuerpo está cubierto de heridas infectadas, que cuando se tocan, duelen de verdad.

Evidentemente, la gente cree que esta es la fisiología normal de la piel. Incluso los libros de medicina describen dicha enfermedad
como el estado normal. Al nacer la piel está sana, pero a los tres o cuatro años de edad, empiezan a aparecer las primeras heridas y en la adolescencia, cubren todo el cuerpo.
¿Puedes imaginarte cómo se tratan esas personas? Para relacionarse entre sí tienen que proteger sus heridas. Casi nunca se tocan la piel las unas a las otras porque resulta demasiado doloroso, y si, por accidente, le tocas la piel a alguien, el dolor es tan intenso
que de inmediato se enfada contigo y te toca a ti la tuya, sólo para desquitarse.

Aun así, el instinto del amor es tan fuerte que en ese planeta se paga un precio elevado para tener relaciones con otras personas.
Bueno, imagínate que un día ocurre un milagro. Te despiertas y tu piel está completamente curada. Ya no tienes ninguna herida y no te duele cuando te tocan.

Al tocar una piel sana se siente algo maravilloso porque la piel está hecha para la percepción. ¿Puedes imaginarte a ti mismo con una piel sana en un mundo en el que todas las personas tienen una enfermedad en la piel? No puedes tocar a los demás porque les duele y nadie te toca a ti porque piensan que te dolerá.
Si eres capaz de imaginarte esto, podrás comprender que si alguien de otro planeta viniera a visitarnos tendría una experiencia similar con los seres humanos.

Pero no es nuestra piel la que está llena de heridas. Lo que el visitante descubriría es que la mente humana padece una enfermedad que se llama miedo. Al igual que la piel infectada de
los habitantes de ese planeta imaginario, nuestro cuerpo emocional está lleno de heridas, de heridas infectadas por el veneno emocional. La enfermedad del miedo se manifiesta a través del enfado, del odio, de la tristeza, de la envidia y de la hipocresía, y el resultado de esta enfermedad son todas las emociones que provocan el sufrimiento
del ser humano.
Todos los seres humanos padecen la misma enfermedad mental. Hasta podríamos decir que este mundo es un hospital mental. Sin embargo, esta enfermedad mental ha estado en el mundo desde hace miles de años.

Los libros de medicina, psiquiatría y psicología la describen como un estado normal. La consideran normal, pero yo te digo que no lo es.
Cuando el miedo se hace demasiado intenso, la mente racional empieza a fallar y ya no es capaz de soportar todas esas heridas llenas de veneno. Los libros de psicología denominan a este fenómeno enfermedad mental. Lo llamamos esquizofrenia, paranoia,
psicosis, pero la verdad es que estas enfermedades aparecen cuando la mente racional está tan asustada y las heridas duelen tanto, que es preferible romper el contacto con el mundo exterior.
Los seres humanos vivimos con el miedo continuo a ser heridos y esto da origen a grandes conflictos dondequiera que vayamos.

La manera de relacionarnos los unos con los otros provoca tanto dolor emocional que, sin ninguna razón aparente, nos enfadamos y sentimos celos, envidia o tristeza. Incluso decir «te amo» puede resultar aterrador.

Pero, aunque mantener una interacción emocional nos provoque dolor y nos dé miedo, seguimos haciéndolo, seguimos iniciando una relación, casándonos y teniendo hijos.
Debido al miedo que los seres humanos tenemos a ser heridos y a fin de proteger nuestras heridas emocionales, creamos algo muy sofisticado en nuestra mente: un gran sistema de negación.

En ese sistema de negación nos convertimos en unos perfectos
mentirosos. Mentimos tan bien, que nos mentimos a nosotros mismos e incluso nos creemos nuestras propias mentiras.
No nos percatamos de que estamos mintiendo, y en ocasiones, aun cuando sabemos que mentimos, justificamos la mentira y la excusamos para protegernos del dolor de nuestras heridas.
El sistema de negación es como un muro de niebla frente a nuestros ojos que nos ciega y nos impide ver la verdad.

Llevamos una máscara social porque resulta demasiado doloroso vernos a nosotros mismos o permitir que otros nos vean tal como
somos en realidad. El sistema de negación nos permite aparentar que toda la gente se cree lo que queremos que crean de nosotros. Y aunque colocamos estas barreras para protegernos y mantener alejada a la gente, también nos mantienen encerrados y
restringen nuestra libertad.

Los seres humanos se cobijan y se protegen y cuando alguien dice: «Te estás metiendo conmigo», no es exactamente verdad. Lo que sí es cierto es que estás tocando una de sus heridas mentales y él reacciona porque le duele.
Cuando tomas conciencia de que todas las personas que te rodean tienen heridas llenas de veneno emocional, empiezas a comprender las relaciones de los seres humanos en lo que los toltecas denominan el sueño del infierno.

Desde la perspectiva tolteca todo lo que creemos de nosotros y todo lo que sabemos de nuestro mundo es un sueño. Si examinas cualquier descripción religiosa del infierno te das cuenta de que
no difiere de la sociedad de los seres humanos, del modo en que soñamos.

El infierno es un lugar donde se sufre, donde se tiene miedo, donde hay guerras y violencia, donde se juzga y no hay justicia, un lugar de castigo infinito.

Unos seres humanos actúan contra otros seres humanos en una jungla de predadores; seres humanos llenos de juicios, llenos de reproches, llenos de culpa, llenos de veneno emocional: envidia,
enfado, odio, tristeza, sufrimiento. Y creamos todos estos pequeños demonios en nuestra mente porque hemos aprendido a soñar el infierno en nuestra propia vida.
Todos nosotros creamos un sueño personal propio, pero los seres humanos que nos precedieron crearon un gran sueño externo, el sueño de la sociedad humana.

El Sueño externo, o el Sueño del Planeta, es el Sueño colectivo de billones de soñadores.
El gran Sueño incluye todas las normas de la sociedad, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y sus diferentes formas de ser. Toda esta información almacenada dentro de nuestra mente es como mil voces que nos hablan al mismo tiempo. Esto es lo que los toltecas denominan el mitote.
Pero lo que nosotros somos en realidad es puro amor; somos Vida. Y lo que somos en realidad no tiene nada que ver con el sueño, pero el mitote nos impide verlo.
Cuando contemplas el sueño desde esta perspectiva, y cobras conciencia de lo que eres, comprendes cuán absurdo resulta el comportamiento de los seres humanos, y entonces, se convierte en algo divertido. Lo que para todos los demás parece un gran drama para ti es una comedia. Ves de qué modo los seres humanos sufren por algo que carece de importancia, algo que ni siquiera es real. Pero no tenemos otra opción.
Nacemos en esta sociedad, crecemos en esta sociedad y aprendemos a ser como todos los demás, actuando y compitiendo continuamente de un modo absurdo.
Ahora bien, imagina por un momento que pudieses visitar un planeta en el que toda la gente tuviera una mente emocional distinta. La manera en que se relacionarían los unos con los otros sería siempre feliz, siempre amorosa, siempre pacífica.

Ahora imagínate que un día te despiertas en ese planeta y que ya no tienes heridas en tu cuerpo emocional. Ya no tienes miedo de ser quien eres. Ya no te importa lo que la gente diga de ti, porque no te lo tomas como algo personal y ha dejado de producirte dolor. Así que ya no necesitas protegerte más. No tienes miedo de amar, de compartir, de abrir tu corazón. Ahora bien, esto sólo te ha ocurrido a ti. ¿Cómo te relacionarás con la gente que padece heridas emocionales y que está enferma de miedo?
Cuando un ser humano nace, su mente y su cuerpo emocional están
completamente sanos. Quizás hacia el tercer o cuarto año de edad empiecen a aparecer las primeras heridas en el cuerpo emocional y se infecten con veneno emocional. Pero, si observas a los niños de dos o tres años y te fijas en su manera de comportarse, verás
que siempre están jugando. Los verás reírse sin parar. Su imaginación es muy poderosa y su manera de soñar una auténtica aventura de exploración.

Cuando algo va mal reaccionan y se defienden, pero, después, sencillamente se olvidan y vuelven a centrar su atención en el momento presente para seguir jugando, explorando y divirtiéndose.
Viven el momento. No se avergüenzan del pasado y no se preocupan por el futuro.
Los niños pequeños expresan lo que sienten y no tienen miedo a amar.
Por eso los momentos más felices de nuestra vida son aquellos en los que jugamos como si fuéramos niños, cuando cantamos y bailamos, cuando exploramos y creamos con el único propósito de divertirnos. Cuando nos comportamos como niños nos resulta maravilloso porque ese es el estado normal de la mente humana, la tendencia natural. Somos inocentes, igual que los niños, y para nosotros es normal expresar amor.
Pero ¿qué nos ha ocurrido? ¿Qué le ha ocurrido al mundo entero?
Lo que ha sucedido es que, cuando éramos pequeños, los adultos ya padecían esa enfermedad mental, una enfermedad altamente contagiosa. ¿Y cómo nos la transmitieron? Captando nuestra atención y enseñándonos a ser como ellos. Así es como trasladamos nuestra enfermedad a nuestros niños y así es como nuestros padres,
nuestros profesores, nuestros hermanos mayores y toda una sociedad de gente enferma nos la contagió a nosotros. Captaron nuestra atención, y, mediante la repetición, llenaron nuestra mente de información. De este modo aprendimos, y de este modo
programamos una mente humana.
El problema reside en el programa, en la información que hemos almacenado en nuestra mente. Una vez captada la atención de los niños, les enseñamos un lenguaje, les enseñamos a leer, a comportarse y a soñar de un modo determinado. Domesticamos a
los seres humanos de la misma manera que domesticamos a un perro o a cualquier otro animal: con castigos y premios. Esto es perfectamente normal.

Lo que llamamos educación no es otra cosa que la domesticación del ser humano.
Al principio tenemos miedo de que nos castiguen, pero más tarde también tenemos miedo de no recibir la recompensa, de no ser lo bastante buenos para mamá o papá o un hermano o un profesor. De este modo es como nace la necesidad de ser aceptado.

Antes de eso no nos importa si lo estamos o no. Las opiniones de la gente no son importantes y no lo son porque sólo queremos jugar y vivir en el presente.
El miedo a no conseguir la recompensa se convierte en el miedo a ser rechazado.
Y el miedo a no ser lo bastante buenos para otra persona es lo que hace que intentemos cambiar, lo que nos hace crear una imagen. Imagen que intentamos proyectar según lo que quieren que seamos, sólo para ser aceptados, sólo para recibir el premio.

De este modo aprendemos a fingir que somos lo que no somos y
perseveramos en ser otra persona con la única finalidad de ser lo suficientemente buenos para mamá, papá, el profesor, nuestra religión o quienquiera que sea.

Y con este fin practicamos incansablemente hasta que nos convertimos en maestros de ser lo que no somos.
Pronto olvidamos quienes somos realmente y empezamos a vivir nuestras imágenes, porque no creamos una sola, sino muchas diferentes, según los distintos grupos de gente con los que nos relacionemos. Una imagen para casa, una para el colegio, y cuando crecemos, unas cuantas más.
Y esto funciona de la misma manera cuando se trata de una simple relación entre un hombre y una mujer. La mujer tiene una imagen exterior que intenta proyectar a los demás, y cuando está sola, otra de sí misma. Lo mismo pasa con el hombre, que también tiene una imagen exterior y otra interior.

Ahora bien, cuando llegan a la edad adulta, la imagen interior y la exterior son tan distintas que ya casi no se corresponden.
Y como en la relación entre un hombre y una mujer existen al menos cuatro imágenes, ¿cómo es posible que se lleguen a conocer de verdad? No se conocen. La única posibilidad es intentar comprender la imagen. Pero es preciso considerar más imágenes.
Cuando un hombre conoce a una mujer, se hace una imagen propia de ella, y a su vez la mujer se hace una imagen del hombre desde su punto de vista. Entonces él intenta que ella se ajuste a la imagen que él mismo ha creado y ella intenta que él se ajuste a la imagen que se ha hecho de él. Ahora, entre ellos existen seis imágenes.
Evidentemente, aunque no lo sepan, se están mintiendo el uno al otro. Su relación se basa en el miedo, en las mentiras, y no en la verdad porque resulta imposible ver a través de toda esa bruma.
De pequeños no experimentamos ningún conflicto porque no fingimos ser lo que no somos. Nuestras imágenes no cambian realmente hasta que empezamos a relacionarnos con el mundo exterior y dejamos de tener la protección de nuestros padres.

Esta es la razón por la que la adolescencia resulta particularmente difícil. Aun en el caso de que estemos preparados para sostener y defender nuestras imágenes, tan pronto intentamos proyectarlas al mundo exterior, éste las rechaza. El mundo exterior empieza a demostrarnos, no sólo particular, sino también públicamente, que no somos lo que fingimos ser. Este sería el caso, por ejemplo, de un chico adolescente que aparenta ser muy listo.
Acude a un debate en el colegio, y, en ese debate, alguien que es más inteligente, y que está más preparado, le supera y le deja en ridículo delante de todo el mundo. A continuación él intenta explicar, excusar y justificar su imagen delante de sus compañeros. Se muestra muy amable con todos e intenta salvar esa imagen delante de ellos, aunque sabe que está mintiendo. Por supuesto, hace todo lo posible para no perder el control delante de ellos, pero tan pronto se encuentra solo y se ve reflejado en un espejo, lo hace añicos. Se odia a sí mismo; se siente verdaderamente estúpido y cree que es el peor.

Existe una gran discrepancia entre la imagen interior y la imagen
que intenta proyectar hacia el mundo exterior. Pues bien, cuanto más grande es la discrepancia, más difícil resulta la adaptación al sueño de la sociedad y menos amor se tiene hacia uno mismo.
Entre la imagen que finge ser y la imagen interior que tiene de sí mismo cuando está solo, existen mentiras y más mentiras. Ambas imágenes están completamente alejadas de la realidad; son falsas, pero él no es consciente de ello. Quizás otra persona lo advierta, pero él está totalmente ciego. Su sistema de negación intenta proteger las heridas, pero éstas son reales y siente dolor porque intenta defender esa imagen por todos los medios.
De pequeños aprendemos que las opiniones de todas las personas son importantes y dirigimos nuestra vida conforme a esas opiniones. Una simple opinión de alguien, aunque no sea cierta, es capaz de hacernos caer en el más profundo de los infiernos: «Qué feo estás. Estás equivocado. Eres un estúpido».

Las opiniones tienen un gran poder sobre el comportamiento absurdo de las personas que viven en el infierno. Por ese motivo necesitamos oír que somos buenos, que lo estamos haciendo bien, que somos bellos. «¿Qué aspecto tengo? ¿Ha estado bien lo que he dicho? ¿Cómo lo estoy haciendo?»
Necesitamos escuchar las opiniones de los demás porque estamos domesticados y esas opiniones tienen el poder de manipularnos. Por eso buscamos el reconocimiento en los otros; necesitamos el apoyo emocional de ellos; ser aceptados por el Sueño externo a través de los demás.

Esta es la razón por la que los adolescentes ingieren alcohol, se drogan o empiezan a fumar. Sólo para ser aceptados por otras personas que opinan que eso es lo que hay que hacer; sólo para que esa gente considere que están «en la onda».
Pero todas esas falsas imágenes que intentamos proyectar provocan un gran sufrimiento en muchos seres humanos. Las personas fingimos ser muy importantes, pero, a la vez, creemos que no somos nada. Ponemos mucho empeño en ser alguien en el sueño de esa sociedad, en ganar reconocimiento y en recibir la aprobación de los
demás. Hacemos un gran esfuerzo para ser importantes, para triunfar, para ser poderosos, ricos, famosos, para expresar nuestro sueño personal e imponer nuestro sueño a las personas que nos rodean. ¿Por qué? Pues porque creemos que el sueño es real y nos lo tomamos muy en serio.

jueves, 19 de mayo de 2011

Algunas claves sobre el ego espiritual


Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social.

A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos.

La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”. Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.

El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta.

¿Cuáles son? Algunas escuelas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas.

Algunos de los errores más comunes son los siguientes:

1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O EN ÁNGELES, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA

Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales, TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño. En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.

Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error. No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras “creencias”. Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan.

Dicho de otra manera, aquello que “sentimos” internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo.

La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la interiorizamos como una verdad dentro de nosotros.

La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.

2. ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN

Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás.

La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque “el problema” es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.

La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretació n nunca será correcta ni completa.

El enviar la luz a la persona podría acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor. Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.

En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.

3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE

No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar.

En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.

Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de Él. Nosotros y el “cielo” somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual.

4. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS

En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.

Cuando te afliges por la enfermedad de un ser querido, agravas esa enfermedad, le das más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona.

Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.

5. CREER QUE UNO HA SIDO “ELEGIDO” POR DIOS

Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso.

Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.

Esta forma de arrogancia también se ve en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.

Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Para Él, nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretació n y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino.

6. SACRIFICARSE POR OTROS

No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.

El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.

El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.

La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.

7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO

Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal.

Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen.

Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.

Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, las energías negativas pueden afectarla.

Vivimos en un Universo Mental. “Todo lo que Creemos se hace Realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente.

8. CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO

Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.

Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.

No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.

El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar.

Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.

Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio.

Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la “Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti”.

9. CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA

Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantadas y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.

Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás.

Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.

Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.

Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no.

Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación.

Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.

10. CREER QUE UNO NO PUEDE ENFADARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL

Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo.

Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos las sensaciones y las emociones de este plano.

Algunas de ellas son muy placenteras, otras no.

El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse.

En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: “Todo está bien en mi mundo”, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.

La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.

La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu.

Amablemente, le podemos decir al ego que: “A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”. Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar.

Nos alegra poder compartir estas indicaciones que cada uno debe adecuar a su nivel de comprensión, son simplemente indicaciones…un brazo

(Autor desconocido)

http://www.sostenibleycreativa.es/espiritualidad/algunas-claves-sobre-el-ego-espiritual/


El Ego Espiritual

El ego espiritual


Una de las fuerzas más dominantes y anuladoras del ser humano es el ego.
Esta sensación que sale de tu interior y no te deja balancear con las circunstancias de tu entorno, aunque éstas sean mejores que las que tú tengas establecidas,… es el ego.
El encierro y apego a tus ideas y creencias preestablecidas que no te permite fluir, pensando que lo que tienes o piensas es lo mejor, queriendo defender tu postura ante cualquier otra oportunidad que la vida te dé, que puede hacerte avanzar por el camino del amor y cada vez más de una manera más pura e incondicional… eso es el ego.
El ego tiene que ver con el pasado de la persona. El ego es limitador y te hace cerrar estando atento que nadie te quiera desestabilizar. El ego nace de la mente, de los miedos que te han abierto las puertas de la inseguridad, y ahora, ya adulto, hace que te apegues a una postura para hacer ver que tú sí que sabes, en contra de cualquier demostración que así no es.
Para llegar a la iluminación hemos de dejar el ego a un lado, porque el mayor alejamiento hacia nuestra ascensión, es el ego espiritual. A raíz de él llega el dominio sobre los demás y el hacer que los demás hagan aquello que tú quieres porque piensas que tienes la razón, cuando esta razón solo son las maquinaciones que tu mente te hace sentir y decir, debido a tu pasado. El ego espiritual fue uno de los motivos por el cual las civilizaciones de la Atlántida y Lemuria desaparecieron.
El ego separa, no une.
El ego selecciona, no acepta.
El ego te hace creer que eres superior, tener la verdad ante todos y que tú eres más que los demás (y todo esto a nivel subconsciente y subliminal, no siendo consciente la mayoría de las veces). Sólo una abertura completa del corazón y una entrega absoluta a Dios-en-ti podrás discernir lo que es y lo que no es, perteneciéndote solo a ti según tu historial de vida.
El ego pone distancia y te hace creer importante, creyendo que tú sí que eres importante y estás aquí para salvar el mundo.
El ego te hace creer que eres un elegido/a, cuando todos lo somos, aunque solo unos cuantos hayan respondido a la llamada del servicio al Padre para cumplir su Voluntad.
Jesucristo també tuvo sus momentos de frenar su ego porque se daba cuenta de su potencial en relación a los hombres. Él se dio cuenta de la fuerte presencia de este impulso de dominio y lo frenó. Venció su afán de protagonismo y se puso al servicio de quien lo creó para que se cumpliera su Voluntad. Él se dio cuenta de quien era y puso todo su ser y su alma a las manos de Dios porque Él lo guiase y se manifestase a través de él, y no él hacerse ver por su afán de hacer ver a la gente que él sí que podía, sabía y controlaba el mundo. Puso su poder a las manos de su divinidad, liberando todo posible residuo del ego que podía llegar a tener para dar paso a una nueva actitud ante la vida llena de amor puro e incondicional (con todo lo que esto conlleva), sencillez, y sobre todo, … humildad. Sí, lo contrario del ego es la humildad desde el amor. No una falsa modestia para continuar aparentando y hacer crecer todavía más su ego.
Jesús supo aceptar, callar cuando se requería, fluir y no aferrarse a ninguna idea establecida porque el Padre y quienes le acompañaban del mundo de la Luz ya le irían indicando lo que hacer a cada instante.
Hemos de aprender a saber cuando nos estamos apegando por nuestros miedos subliminales a alguna cosa o situación a la vida, no teniendo miedo a dejarnos ir y pensar que a lo mejor, otro puede tener la razón y no yo, o lo que se dice de mi, quizás haya algo de verdad, o incluso, que aquello que me hace inquietar o me incomoda es porque hay algo dentro de mí que se siente reflejado con lo que vivo o siento de mi entorno.
Cuando se te remueve algo de tu interior, no lo descartes, acéptalo y aprende. El ego, entonces, empezará a debilitarse. Con el tiempo serás tú sin interferencias de tu pasado.
Recuerda: cuando se te remueva algo de tu interior, no lo descartes, acéptalo y aprende.

lunes, 14 de marzo de 2011

Las siete grandes ilusiones humanas sobre Dios

Canalización de Kryon en Vivo
“Las siete Grandes ilusiones humanas sobre Dios ”
Edmonton, Alberta, Canada
8 de julio de 2006
Canalizado por Lee Carroll para Kryon

Saludos, queridos, yo soy Kryon del Servicio Magnético.

El de esta noche es un momento precioso. Quiero que mi socio se calme, porque la emoción de este momento podría ser demasiada para él, ya que habrá un mensaje. Pero más allá de eso, está por suceder algo que les podrá parecer milagroso a algunos de ustedes. Algunos se irán distintos a como llegaron y toda la preparación del día está centrada en este momento.

Así que el mensaje no es lo principal, sino la sanación que ocurrirá esta noche. Quizá seas tú. Pero más de uno tiene el potencial. Lector, no es accidental que también te hayas encaminado hacia nuestro salón, porque todo lo que estamos diciendo en el “ahora” también se aplica a ti. Algunos de los que están escuchando y leyendo esto necesitan que les sanen el corazón, y no me refiero a la curación física. Sé quiénes están en esta habitación, oyentes y lectores. Sé quiénes son. Ustedes me conocen y la dualidad nos separa de una manera tan completa que no pueden ver a su hermana mientras ella está aquí. Somos socios en esta prueba llamada Tierra. Los veo llegar y los veo marcharse. Y veo la dualidad que nos separa… especialmente a los que dicen: Esto no puede estar ocurriendo.” La energía está haciendo impacto en este lugar y su aceptación es fuerte y la comitiva la siente mientras se vuelca aquí y se ubica entre ustedes.

Aquí se hallan aquellos que necesitan, y recibirán, una sanación completa del corazón. Para eso vinieron y no tienen que contarnos ninguna circunstancia de su vida, porque las hemos recorrido con ustedes a diario. Hemos estado ahí a cada paso del camino. Sabemos dónde duele. Sabemos por qué duele, y ustedes se van a poner de pie y se irán de aquí y sentirán la paz del espíritu y reconocerán la maestría en sus venas. Lo diré nuevamente. Se irán de este lugar con una perspectiva distinta. Potente. Apacible. Sabia. Comprensiva. Entonces verán a ciertas personas de manera diferente a como las veían antes. Se los garantizo. Los verán como facilitadores, que les permiten avanzar desde donde se hallan… y saben a quiénes les estoy hablando, ¿no es cierto?

Después está el que realmente vino por la curación física. Oh, querido, ¿piensas que es algo realmente imposible? No tienes que esperar hasta el final, ¿sabes?, la puedes tener en este instante. ¿Cuál es tu realidad y tu verdad respecto a estas cosas? Permíteme hablarte del ADN. Hay quienes dicen “Bueno, deberíamos poder ver la evolución en el ADN”. Tienen razón. Si realmente pudiesen ver el ADN, ¡podrían verla! Pero sólo ven una doceava parte de él. Ni siquiera ven tanto, porque incluso no saben qué está sucediendo en la única capa que estudian. Hubo un cambio profundo en el ADN humano con el paso de los años, incluso en los últimos 10, pero no en la química de 3D. Más bien, está en los caracteres aparentemente aleatorios de los indicadores de las partes codificadas que no son proteínas. Por lo tanto, lo que cambia es la relación de la capa tridimensional con las otras 11 capas que les di. Son interactivas, y a medida que ustedes toman decisiones, ellas cambian y se desplazan.

¿Qué creen que le sucede a la capa de la ascensión y a la capa de la comunicación cuando abren la puerta de la pura intención? (Hablando de las capas interdimensionales del ADN). Les diré –cambian de colores. Es lo que van a hacer algunos de ustedes esta noche… cambiar de colores para bien. Y entonces, ciertamente, se habrán implantado lo que llamamos semillas que se pueden utilizar cuando ustedes quieran, para iluminación e información. En este lugar hay una energía que las ayudará en sólo unas pocas semanas. Aquí hay entidades… todas invisibles. Algunas de ellas se van a dar a conocer a ciertas personas que están en la sala. Algunos de ustedes las olerán. No se sorprendan si su fragancia es de rosas o violetas, de tierra, de flores. A veces algunos de ustedes serán conscientes de un aroma que no esperaban, el de los que amaban y perdieron, y sabrán que están aquí. ¡Y lo están! Verán, es lo que sucede cuando dan permiso para hacer esto (colocarse en meditación ante Kryon). Se ponen en estado cuántico durante un rato, en el que podemos hablar acerca de estas cosas del planeta y compartir el amor de Dios durante unos breves instantes.

Hoy les voy a dar un poco de información consistente. Siempre es amorosa, pero algunos la ven como una crítica. Más bien, es la verdad desnuda. Les daré información que a algunos les parecerá una revisión. No lo es. Es el único momento en que recopilamos estas cosas de este modo para ustedes. Tienen que escucharla porque la necesitarán pronto. Es hora de que salgan de la mitología y entren en la realidad de su maestría. La Tierra llama, y se avecinan los tiempos en que necesitarán conocer la diferencia entre Dios y las historias humanas acerca de Dios.

Esta canalización en particular tendría que haberse dado hace mucho, pero ahora han llegado a un punto donde se puede hablar sin rodeos todavía más. Les voy a dar siete atributos y vamos a identificarlos como “Las Siete Grandes Ilusiones Humanas acerca de Dios”. Es difícil saber por dónde empezar, así que para honrar lo interdimensional, empezaré por la séptima. (Risas) La séptima es la sagrada, ¿saben? Luego de ella, retrocederé y comenzaré con la número uno… sólo para que se sientan lineales. (Más risas) Esta séptima, que normalmente sería el final, en cambio es el comienzo y representará la visión global de Dios… la mayor de todas las ilusiones humanas.

LA VISIÓN GLOBAL DE DIOS

Los Humanos sólo tienen un modelo de conciencia con qué comparar lo que sea. Un modelo –ellos mismos. Así que los Humanos que consideran a Dios, naturalmente sienten que Dios debe tener atributos humanos. Muchos de ustedes ni siquiera saben de qué estoy hablando. Verán, cuando están en la cima de la escalera evolutiva de la conciencia y la creación, sólo pueden evaluar algo comparándolo con ustedes, no hay nadie más. Su conocimiento siempre ha limitado a su imaginación, porque todo lo que piensan tiene como referencia al gran “individuo” humano. Además, las escrituras parecen indicar que ustedes fueron hechos “a su imagen”, así que ahora también tienen lo que sienten como credibilidad de que ciertamente, Dios tiene forma humana, y ya que no hay nada más elevado que ver, eso debe ser lo más elevado del Universo.

Les voy a dar una linda y breve metáfora para reflexionar. Imaginen por un momento que la Tierra estuviese constituida por todos los perros. Nada de Humanos, sólo perros. E imaginen que los perros tuviesen la inteligencia de ustedes. De algún modo, la evolución hubiese tomado un camino distinto, y los perros inteligentes ahora dirigirían el mundo, tal como lo hacen ustedes ahora. Ellos también tienen sus problemas, como los tienen ustedes ahora. Y los perros, tal como ustedes, tienen sus propios pensamientos espirituales acerca de cómo debe ser Dios, y naturalmente, tienen una religión. Rezan y reflexionan, y tienen ideas intelectuales, tal como ustedes.

Ahora bien, si los pudiese llevar a ese lugar metafórico donde viven todos estos perros inteligentes en su civilización, déjenme decirles cómo sería su religión. Ante todo, ¡Dios sería un perro! (Risas) Y cada raza de perro tendría una fotografía de Dios presentada como su propia raza, por supuesto. ¡Todos los ángeles serían perros con alas, y una de las cosas que harían sería olerse constantemente los unos a los otros! (Risas) ¿Cuánto quieren que siga con esto? Saben qué viene ahora, ¿no es verdad? ¡La prueba social de que Dios es un perro es que el nombre mismo de su especie, dog , deletreado al revés, es Dios (god )! ¿Debo seguir? Y ustedes saben, aunque sea gracioso, que estoy en lo cierto.

¿Comprenden? Es la única conciencia que tienen ellos. Es la única cosa que conocen. En su mente, Dios se convierte en lo que son ellos. Ellos no pueden pensar por encima de la conciencia más elevada que comprenden, que son ellos mismos. Los Humanos hacen eso, y colocan en Dios todos los atributos de la humanidad. ¡Muchas de las cosas que ustedes piensan que son intuitivas en el Universo, no lo son! Sólo es ustedes pensando que todo es como ustedes. Los atributos humanos sólo tienen lugar donde ustedes existen. Oh, dirán que también pertenecen a la dimensión en la que están ustedes, incluyendo a algunos de los planetas que están en su dimensión, y estarán en lo cierto. Pero los atributos humanos no se aplican a Dios. La palabra misma Universo para ustedes significa lo que pueden ver con sus telescopios. Y una vez más, decimos, ¡eso es muy 3D en ustedes! ¡Para nosotros, la palabra Universo significa Dios! Hay mucho más que Humanos en el Universo real.

¿Y qué hay respecto a “hechos a su imagen” ?, podrán decir. “¿No indica eso que debemos parecernos a Dios?” Salgan de su propio confinamiento por un momento y piensen en ello. Si tuviesen el poder de conferir su “imagen” a un grupo de hormigas en un lugar lejano, ¿se verían de pronto como una hormiga? No. Más bien, les confieren la luz que llevan ustedes y su intelecto espiritual. Su “imagen” divina interdimensional no es la que ven en el espejo, sino muchísimo más. Es una imagen interdimensional que puede adecuarse fácilmente a una hormiga, si es que ustedes entienden de esas cosas. Ahora regresen y comprendan que cuanto hemos estado enseñando durante todo el día (durante la serie de disertaciones) grita que Dios está en ustedes. No quiere decir que Dios se parece a un Humano. La imagen de Dios está en la maestría que está en el ADN humano.

Así que, por lo tanto, el atributo número siete es la propensión que tienen los Seres Humanos de ver a Dios en forma humana, pero va más allá de eso… mucho más allá de eso. Ustedes ven a Dios haciendo lo que hacen los Humanos, disfrutando de lo que disfrutan los Humanos, temiendo como los Humanos, pasando por el drama como los Humanos, y también teniendo todos los residuos evolutivos del Humano. ¿Alguna vez se dieron cuenta de eso? Sigan leyendo.

GUERRA

Número Uno. Le quieren endilgar la guerra a Dios. ¿Lo sabían? Está en toda su mitología. Estos dioses en particular fueron a la guerra con esos otros dioses, etc. Muchos han dicho: “Debe haber habido guerras en el Cielo, para tener un solo Dios… ¡el que derrotó a los demás! Después de todo, basta con mirar a la humanidad: Para tener paz, debemos asesinarnos regularmente entre nosotros. Ya que somos como Dios, y a su imagen, esto debe ser universal.” Por supuesto, en su religión moderna, dicen no tener mitología. No es así. Lo que creen que es sagrado y cierto es mitología en su mayor parte, pero ustedes no lo creen así. Su historia del Cielo y el Infierno es algo que provino directamente de la dualidad y de la mente humana. ¿Se pueden imaginar un campo de batalla con un montón de ángeles muertos? ¡Nosotros, no! ¿Y adónde se van los ángeles cuando mueren? (Risas) Muchos dirán: “Las escrituras dicen que hubo guerra entre los ángeles.” Y nosotros decimos, “¿Dicen las escrituras?” ¿Eso lo escribió Dios o lo hizo un Humano? Los Humanos revisten a Dios de todas sus características propias para que las cosas tengan sentido para ellos.

El primer mito es que hubo una lucha gigantesca de nuestro lado del velo, que creó la guerra. Esa descripción es de la dualidad, querido Humano, no de Dios. Están mirando el espejo y colocando sus propios límites en una energía que abarca la totalidad del todo y la creación de todo. Pero ustedes la han insertado en su religión de todos modos, para sentirse de algún modo más cerca de la forma en que funciona todo y relacionarse mejor con eso.

No hubo cosa tal como una guerra entre ángeles y nunca la habrá. Verán, esa historia apesta a lucha humana. Es intuitiva y a nivel celular, y así ustedes la incorporan a cada expresión del ser, incluso colocándola en lo más elevado. Hay historias en su mitología de cómo Dios llegó a ser Dios, como si hubiese tenido que escalar alguna montaña de victoria y guerra para poder convertirse en lo que somos. Eso sería como si todos los perros decidiesen que Dios tuvo que haber escarbado debajo de muchos cercos y haber espantado a legiones de pulgas para convertirse en Dios.

No, queridos Seres Humanos, no hubo guerras –no hubo guerras entre los ángeles, ni siquiera en la proximidad de los ángeles. El amor de Dios es estable y puro. Siempre lo fue y siempre lo será y ustedes lo saben interiormente. Es lo que son ustedes cuando no están aquí y el sistema que está aquí de este lado del velo no tuvo guerra. Habrá quienes argumenten esto de inmediato. “Bueno, no es lo que me dijeron.” Y yo les diré con todo amor: “¿Quién les dijo… Dios o un Humano?” Usen su intuición divina. ¿Tiene sentido realmente, o simplemente atrae a esa parte humana a la que le encanta una buena historia? Hasta los más grandes hombres espirituales sólo utilizaron la metáfora que entendían para interpretar la más grandiosa de las historias de la creación que ustedes necesitaban oír. No todo tiene el significado que ustedes creen. Esa fue la número uno.

EL BIEN Y EL MAL

La que les cuesta muchísimo comprender y que tanto nos entristece es cuando dicen que tiene que ser negro o blanco en todas partes. Debe haber bien y mal. “Kryon, ¿quieres decir que no hay bien y mal del otro lado del velo?” Y les diré, así como no hubo dualidad ni guerra, no hay lucha de nuestro lado del velo.

Escuchen: su mitología dice que el mal no es propio de ustedes, y que lo tienen porque hubo “problemas en el Cielo.” Parece que uno de los ángeles simplemente no captó bien las cosas y cayó en desgracia. Su nombre era Lucifer y, por supuesto, es responsable de tratar de obtener su alma y hacer que ustedes hagan cosas malas. El diablo es el que crea las dificultades en la Tierra , sigue diciendo la mitología, y la prueba de la Tierra es derrotar a este ángel malo. Y, queridos, acabo de darles su doctrina religiosa más moderna, no la que se practicaba hace cientos de años. Aunque suene extraña, esta mitología continúa y continúa.

El bien y el mal. Este concepto les pertenece a los Seres Humanos porque es una gran parte de la prueba de su propia dualidad y existencia. Oh, también les pertenece a otros en el Universo, pero no a Dios. “Espera un momento, Kryon, ¿quieres decir que no hay luz y oscuridad del otro lado del velo?” Eso es exactamente lo que digo, al menos no de la forma en que lo ven ustedes. No hay oscuridad de nuestro lado del velo que cree lucha y desequilibrio. La luz y la oscuridad de nuestro lado del velo es simplemente energía que circula. Algunos necesitan discutir y dicen: “Bueno, ¡debe haberla! Es parte de todo.” No lo es. Es sólo parte de su todo. Y les diré que eso es sencillamente tan absurdo como que los ángeles se huelan los unos a los otros. Eso no es Dios.

La dualidad representa la libre elección. Esa es la estructura de la dualidad de la naturaleza humana en el planeta Tierra y no tiene absolutamente nada que ver con lo que llaman Dios. No hay un ángel malo que quiera su alma. Les dijimos una y otra vez que lo más tenebroso es el poder del Ser Humano que decidió que desea crear oscuridad. Lo hemos dicho antes, ustedes son maestros de la energía y pueden ir a la luz o a la oscuridad y hacer que cualquiera de las dos sea poderosa. Sin embargo, los que eligen la luz tienen una ventaja porque están utilizando la “imagen de Dios” en sus vidas. Pueden crear la luz más luminosa, el estado de ascensión, y representan al que ha elegido la senda de la santidad y la unidad.

Muchos Humanos se burlan de esto y dicen: “Bueno, Kryon, o quien quiera que seas, no estoy de acuerdo contigo, porque no has visto lo que yo y otros hemos visto. Hemos visto la posesión demoníaca.” No, no la han visto. Han visto la energía de la posesión oscura del Humano, exponiéndose como la cosa más tenebrosa y temible que se puedan imaginar, que son los demonios. El miedo les hará eso a ustedes, y muchos verán la misma cosa y relatarán muchas verdades en lugar de ver la energía verdadera. En el caso de lo oculto, es el Humano quien está plenamente en control de toda la oscuridad, conjurando lo peor de lo peor para que ustedes se revuelquen en ello y se lo crean. Todo está referido al Humano. ¿Qué sienten cuando los engañan de tal manera? Y cuando les ocurre, dicen: Fue el diablo.” No- Es el Humano que llevó al poder a un nivel muy profundo y bajo. Vean su historia, o lo que está ocurriendo en algunos lugares oscuros del planeta. No encontrarán al diablo allá. En cambio, encontrarán maldad en la libre elección de Humanos que están haciendo que eso funcione para ellos. Únicamente a eso está referida la prueba de la dualidad en la Tierra en este momento.

Y así les digo nuevamente, queridos Seres Humanos, que el libre albedrío es la clave. También les diré que mi propia existencia en esta sala se debe a que hay más luz que oscuridad en este planeta, aunque no lo crean. Es la única razón por la que están aquí. Es el motivo por el que no tuvieron su Armagedon, ni lo tendrán. Es la razón para la energía 11:11 ( la Convergencia Armónica ). Celebren que este planeta está comenzando a iluminarse. Son más los que sostienen la luz que los que no lo hacen. Hay miles que quieren sostener la luz, sólo que no saben cómo, sin embargo están despertando interiormente. Este despertar aún no es característico de los líderes del planeta o de sus gobiernos. Estoy hablando de la gente de la Tierra , no de lo que ven en las noticias, que se refiere exclusivamente a una generación totalmente distinta.

Está teniendo lugar un despertar. Ciertamente, el liderazgo cambiará y mostrará ese despertar. Se trata de la iluminación. Lo diremos otra vez. La luz es activa y la oscuridad es pasiva. Si tienen una habitación oscura y aparece la luz en ella, ilumina todo el cuarto, ¿no es verdad? La oscuridad se va y no puede seguir en la luz. En cambio, si tiene un cuarto iluminado y entra la oscuridad, no pasa nada en absoluto. ¿Qué les dice eso de su luz y sus capacidades? No tengan miedo de los que están en la oscuridad. Ustedes portan una energía que es muy poderosa, no obstante, ni siquiera tienen que pensar en ella… ¡jamás!

Hay muchos que les temen a los que son oscuros, que temen a la energía oscura que portan, y dicen: “Bueno, tengo que protegerme.” ¡No, no tienen que protegerse! Ustedes son su propia protección. Sólo hagan brillar su luz con el amor de Dios. Esa es su protección. Ellos no pueden tocarlos. ¡No pueden tocarlos! Esa batalla de la que les hablé hace 18 años está aquí y ustedes la están peleando. Y, de veras, es una batalla entre una energía oscura y una luminosa en la Tierra y se llama civilización. Para empezar, el motivo por el que hay una batalla, es la dualidad, y ustedes están en el centro de ella y muchos de ustedes lo saben. Tampoco se siente cómodos en ella.

Les digo que hay ángeles en esta sala. Todos ustedes, cuando no están aquí, son seres angelicales. Lo hemos dicho una y otra vez. Hemos escuchado los argumentos de los intelectuales entre ustedes que dicen: “Ajá, ¿cómo puede un ángel humanizado volverse tan oscuro alguna vez y parecerse al diablo?” Y nosotros les volvemos a recordar que eso lo inventaron ustedes para explicarse qué pasó cuando tuvieron un ángel que cayó de la gracia llamado Lucifer. Es la metáfora del Ser Humano que cae de su maestría por elección. ¡Así que mucha de su mitología es sobre ustedes ! Sin embargo, ustedes dicen que es sobre Dios. No lo es. Esa fue la número dos.

SINCRONICIDAD

Número tres. Sincronicidad. Ustedes aplican la sincronicidad humana tridimensional a la sincronicidad de Dios. Dicen: “Dios querido, tengo que pagar el alquiler en tres días y no tengo el dinero. ¿Me ayudarías con esto, por favor?” El cerebro humano dice: “No ocurrirá nada en tres días. Es demasiado poco tiempo.” ¡Y entonces no ocurre! Sin embargo, una vez más, ustedes se confunden, ¿no es cierto? Bendito el Ser Humano que comprende que si ya han decidido lo que puede y lo que no puede hacerse, entonces lo han sellado, ¿no es verdad? La maestría en sus propias venas es el catalizador para los milagros que están pidiendo, y si no creen en ellos, no ocurrirán. Bendito el Humano que comprende que la sincronicidad de Dios está donde para siempre es igual a un minuto.

Es casi como si Dios pudiese detener todo y tener reuniones de comité universales acerca de su alquiler durante 100 años. Sus tres días es nuestro para siempre. Así lo vemos nosotros. Así es como funciona. Así es como funciona la sincronicidad, y la complejidad los asombraría. Cuando parecen encontrase con los que se suponía se encontrarían en lugares en los que no esperaban encontrarse con nadie, no pueden entonces creer que estaban allí accidentalmente. ¿Le pasó eso hoy a alguien aquí presente? (Kryon sonríe, ya que así fue). Ustedes le imponen la sincronicidad humana a Dios, y deciden que no se puede lograr porque simplemente no hay tiempo para hacerlo. ¿No es hora de revisar eso? La próxima vez que pidan una sincronicidad imposible, quiero que comprendan algunas otras cosas respecto a la sincronicidad. Deben ir más allá de decir que su plegaria necesitaba ser respondida. En otras palabras, se dieron por vencidos y cortaron la oración.

Verán, la solución no tuvo lugar, y la oración no obtuvo respuesta, al menos no de la forma que ustedes imaginaban. Ustedes pedían que se pagase su alquiler, ¡pero el Espíritu estaba en el proceso de darles abundancia para el resto de su vida! Pero ustedes se desentendieron de toda la idea. Lo que pedían cuando pidieron que se pagase el alquiler no es lo que significan las palabras. Les diré lo que está pidiendo su alma, está diciendo: “Querido Espíritu, quiero sustento para no tener que preocuparme por esto todos los meses.” Esa es la definición de abundancia, ¿no es cierto? La definición de abundancia no es dinero en el banco. Pero sí lo es que sus necesidades estén colmadas día a día. La abundancia del Espíritu siempre estará ahí. Puede venir del almacén de Dios en lo que piensan es el último minuto, ¡o puede venir en la abundancia de la paz que sienten, aunque no lo hayan logrado! ¿Piensan en ello alguna vez? Eso es abundancia. Sé quiénes están aquí. Sé cuáles son sus temores. – muchísimos de ellos están basados en estas presunciones e ilusiones acerca de la humanidad y de Dios. ¡No tengan en cuenta el reloj cuando se trata de Dios y esperen los milagros que están allí para ustedes! Esa fue la número tres.

RECOMPENSA Y CASTIGO

La numero cuatro es recompensa y castigo. Lo hemos dicho antes, y hablaremos de eso nuevamente. Dicen: “Debe haber recompensa y castigo en el Cielo. Después de todo, es justo y es correcto… tal como Dios. Si eres bueno, obtienes una recompensa. Si eres malo, obtienes castigo.” Bueno, de mi lado del velo no ocurre así, queridos. No encontrarán eso en el Cielo. No lo encontrarán en ningún reino angelical tampoco. No hay recompensa y castigo. Es una cultura completamente distinta. Es cultura divina y no trabaja en dualidad como la de ustedes. Sin embargo, ustedes ponenla recompensa y el castigo directamente en Dios, ¿no? Si son buenos, van al Cielo. Si son malos, no. Una los pone a pasar el tiempo en la eternidad con el Padre Celestial, ¡qué imagen! La otra los pone a pasar el tiempo con el ángel caído, Lucifer. ¡Qué visión! No es así, por supuesto. Ante todo, en un lugar interdimensional que no tiene tiempo, ¿cómo sería “el tiempo en el Cielo”? ¿Ven cómo encaja tan bien en su versión del castigo y la recompensa? ¡Una eternidad en el Infierno podrían ser tres minutos para mí!

Les hemos dicho una y otra vez que sencillamente esto no funciona así con Dios. Sin embargo, hay intelectuales que podrán decir: “Bueno, tiene que haber un sistema como ése. ¿Cómo controlarías algo?” Y nosotros les decimos, ese es su sistema. Esa es su dualidad, así que contrólenla. Sin embargo, tampoco es el sistema de Dios. No necesitamos controlar a los ángeles o a los Humanos de este lado del velo. “¿Quieres decirme, Kryon, que un Humano puede venir a este planeta y convertirse en el Humano más malvado que haya existido jamás y matar a millones de personas en genocidio y luego, cuando llega al otro lado del velo, no hay castigo?” Y les diré de nuevo. Eso es exacto. Porque ustedes no comprenden la prueba. Son libres de hacer lo que elijan mientras están aquí en dualidad. Sin embargo, no presuman que ese sistema se extienda del otro lado del velo. Es sólo para ustedes, cuando están aquí.

Una vez más, decimos que esto les fue dado claramente incluso en las escrituras que tienen, en la parábola del Hijo Pródigo. Esa parábola representaba al padre, que es Dios, enviando a dos hijos al mundo, que significa enviar a dos ángeles para que sean Humanos en la Tierra. Uno lo hace todo bien, el otro lo hace todo mal; uno hace todo el bien, el otro hace todo el mal, muy blanco y negro para ustedes. Sin embargo, sus escrituras les dicen que cuando vuelven a través del velo, ¡les hacen la misma fiesta! ¿Qué les dice eso? Permítanme reverlo. Significa que la prueba de la Tierra no se traslada al lugar de donde vinieron. No se llevan la prueba de regreso allá tampoco.

Se trata de la prueba del planeta y de la dualidad humana. Es el motivo por el que están aquí y lo que hacen con el planeta mientras están aquí. No significa que sea lo que sucede del otro lado del velo. Oh, si pudiese quitarles eso de la mente. Las percepciones de la humanidad son que ustedes deben complacer a Dios de alguna forma con su bondad. ¡Quiero decirles, ángeles, que ya han complacido a Dios porque están aquí! Por ese motivo habrá sanaciones aquí hoy porque están sentados aquí, porque están despertando a lo que son y están encontrando la divinidad en su interior. ¡Ya han complacido a Dios! No tienen que pensar en temer o preocuparse de que lo que hagan pueda desagradarle a Dios debido a alguna especie de sistema de súper recompensa y castigo del otro lado del velo. No hay ninguno. Ya es bastante difícil mientras están aquí, ¿no es cierto? Si supiesen cuánto se los ama, nunca pensarían, ni por un momento, que hay castigo del otro lado del velo, incluso para el más oscuro de ustedes. Sin embargo, sus principales religiones se basan todas en esta característica. Mil millones de ustedes sienten que llegaron “sucios”, ya quebrados y cargando con el peso de los hechos más oscuros de la humanidad. Entonces, si se unen y realizan ciertos rituales y creencias, pueden superar ese horrible destino. En el proceso, los que nunca descubren cómo funciona, ¡se van al Infierno! Por lo tanto, Dios los ama tanto que la mayoría de ustedes arderá en el Infierno. ¿Eso tiene algún sentido espiritual para ustedes? Es hora de comprender cuán humano es este concepto.

Si van a lograr algo y agradar a alguien, entonces agrádenle a la divinidad con la que vinieron. Busquen la paz en la Tierra y véanse como un instrumento de la inteligencia divina que los creó. Reclamen el ángel interior; pónganse de pie y clamen que ya están listos para ser el Faro que vinieron a ser en un tiempo penoso y difícil. Es tiempo de abandonar toda la energía del castigo y la recompensa divinos, porque alberga sentimientos de derrota, depresión, una vida no realizada, apertura a ser controlados por los demás, y un aspecto temeroso… qué religión, ¿no? ¿Necesitan una religión? Entonces busquen una que amplifique el poder del espíritu humano y les enseñe que son una pieza divina del Dios Universo. Benditos los que se reúnen y celebran el poder del amor de Dios en el Ser Humano, y todo lo que se puede lograr para el planeta.

TRABAJO Y LOGRO

Aún tenemos otra historia de Wo para ustedes. Wo no es ni hombre ni mujer, como hemos dicho anteriormente. Wo es una wo-man . Así que Wo puede tener cualquier género en su mente, pero lo llamaremos “él” porque mi socio es hombre. Comprenden que en su idioma todo tiene género, ¿no? El inglés, el idioma que habla mi socio, es el idioma que menos género tiene en el planeta. En casi todos los demás idiomas que se hablan en la Tierra , cada objeto debe ser masculino o femenino. Eso los consume. No es así del otro lado del velo, queridos Seres Humanos. No hay género de mi lado del velo. ¡Acostúmbrense a eso!

Esta es la número cinco y se trata de Wo, que pidió el estado de ascensión. Se sentó ante el Espíritu e indicó que quería el estado de ascensión. Dijo: “Tengo pura intención. ¿Puedo comenzar el proceso? Y Dios vio la pureza y dijo: “¡SÍ!” Los ángeles estaban entusiasmados. Entonces Wo, por su cuenta, examinó qué hacer luego. Salió de esa reunión y dijo: “¡Ya sé! Ahora, lo que haré es trabajar duro para poder escalar esta montaña de la ascensión porque sé que la meta es una energía de ascensión y voy a escalar esta montaña para llegar allí. Sé qué hacer. Tengo estos pasos por aquí y tengo que hacer esto y esto, porque así se hace. Estoy camino a la ascensión.”

Así que Wo comenzó a escalar la montaña, y lo hizo durante tres años. Fue aquí y fue allá; concurrió a clases; leyó libros; hizo ayuno; oró; meditó; y siguió los muchos pasos que sintió lo estaban conduciendo a la cima. Oh, resbaló unas pocas veces, se raspó el codo, se lastimó el dedo gordo del pie. (Sonrisa de Kryon). Pero se levantó y comenzó de nuevo. “Puedo hacer esto,” musitó Wo para sí. “Sé cómo llegar a la cima, ya que el Espíritu dijo que podía tener la ascensión. ¡Alcanzaré la cima!” Y lo hizo.

Allí estaba, en la cima de la montaña, y reclamó su estado de ascensión y fue hermoso. “Oh, me siento calmado, dijo . Sé que éste es el comienzo de una vida mejor y sé que tengo muchísimo que aprender, ¡pero éste es el primer paso y he trabajado duro para obtenerlo y me tomó años!”

¡Wo se estaba felicitando cuando miró hacia la ladera posterior de la montaña y quedó boquiabierto y horrorizado! ¡Había un cable con sillas para esquiadores! Y había personas como él en ese telesquí. Todos estaban llegando a la cima de la montaña de a uno por vez. ¡El tiempo total desde la cima de la montaña hasta la base era de tres minutos! ¡Ellos estaban experimentando el estado de ascensión!

Wo gritó: “No es justo. No es justo.”

Entró en meditación y dijo: “Querido Espíritu, no es justo. ¿Por qué es así? He pasado todo ese tiempo y todo ese duro trabajo para llegar a la cima de la montaña. ¿Por qué no me hablaste del telesquí?”

Y el Espíritu le dice: “Wo, tú nunca preguntaste. Tomaste una presunción humana al máximo y ni una vez consideraste algo distinto. Sentiste que lo habías resuelto, que tenías que trabajar por ello y así lo hiciste. Fue tu decisión que la subida fuese difícil.”

Ser Humano, déjame decirte dónde está el telesquí. Cada uno de ustedes lleva la profundidad de vidas de experiencia sagrada en su ADN. Chamanes, ustedes saben quiénes son en la sala. ¿Alguna vez se preguntaron respecto a sus vidas pasadas, quiénes habían sido y qué habían hecho? Les diré: Los que pasaron tiempo en una habitación como ésta han estado allí y han hecho eso (la experiencia masiva con trabajo duro en la Tierra ) y han llevado con ellos en su Registro Akáshico toda la maestría y la Chamanería y experiencia que necesitarán jamás para entrar en este estado de ascensión.

¿Comprenden? El “trabajo” es acumulativo y ya habían hecho la mayor parte cuando tuvieron siquiera el pensamiento consciente de pedir trabajar espiritualmente en ustedes mismos. No tienen que trabajar y no tienen que escalar esa montaña y no tomará años. Sólo vayan al Akasha y abran ese frasco que porta la santidad de sus experiencias en este planeta, y revístanse de ella y salgan como un Chamán. ¡Pueden hacerlo ahora si lo desean! Así que para Wo, decimos que si sólo hubiese mirado lo divino en lugar del modo humano de hacer las cosas, no hubiese pasado tres años escalando una montaña que no tenía que escalar.

¿Cuántos de ustedes sienten que tienen que trabajar para lograrlo? “Kryon, no estoy seguro de que me guste tu mensaje, dicen ustedes. ¿No tenemos que trabajar para alguna de estas cosas?” No, no es lo que dije. ¡Les estoy diciendo que ya lo hicieron! ¿Lo quieren volver a hacer? ¿Quieren pasar por eso de nuevo? ¿Por qué usar lógica humana con un atributo espiritual? Estírense y tomen su divinidad y sáquenla de su propia experiencia… una que sobrepasa casi cualquier cosa con la que puedan soñar. Eso es, a menos que sean partícipes de la idea humana de que para progresar espiritualmente tienen que sufrir un poco. ¿Eso suena como la lógica de Dios o como la idea de los hombres? Algunos de ustedes se sentirán más sabios mañana porque han dado la intención para su maestría.

“Kryon, ¿qué es la maestría?” Te diré qué es, Ser Humano. Es cuando andas por ahí y no le tienes miedo a la vida. Es cuando estás tranquilo en tanto otros no lo están. Las situaciones que causarían drama en otros no te la causan a ti. Es cuando el mundo que te rodea está en caos y tú entras en él y no sientes el caos. Más bien, a algún nivel, sientes la sabiduría de las edades. Sabes con toda certeza que no te afecta, y no te tiene que tocar. ¡Es cuando alguien te grita y te insulta y tu primera reacción es preguntarte si tiene razón! Eso es maestría. La primera reacción del Humano es contratacar. La primera reacción de un maestro es examinarse en busca de integridad. Bendito el Ser Humano que lo pidió esta noche, porque va a comenzar a ver un cambio en su vida y la Tierra será un lugar mejor debido a lo que ha hecho.

AMOR

La última es la número seis, ya que ya hemos cubierto la siete. ¿Recuerdan? Me encanta hacer las cosas en círculos, ya que ustedes piensan en línea recta y eso hace que se tengan que adaptar. Es una buena práctica.

Ustedes creen que saben de amor, ¿no es cierto? Hay muchas clases de amor. Está el del Humano por el Humano –la belleza de una simple sociedad entre Humanos. No hay como eso. Está perfectamente diseñado para que lo disfruten en su más íntima santidad. Sin embargo, es descrito por algunas religiones como maligno, carnal, aunque sea una de las cosas más sagradas que hacen para crear una vida preciosa entre dos Seres Humanos que están enamorados.

Se los dijimos antes. Esa es sólo una clase de amor. Oh, está el amor de la madre por sus hijos. Eso es intenso, ¿no es cierto? Porque las madres están todas dispuestas a dar sus vidas por sus hijos en un santiamén. Es inmolatorio; es bello; pero ése no es el amor de Dios. No les puedo decir cómo es el amor de Dios. Lo podría presionar sobre ustedes y se los podría dar y llenarlos con él. Ustedes sentirían la compasión de las edades y llorarían… pero no porque sea pesado. Es una liberación.

¿Saben que son eternos? ¿Saben que hay respuestas para cada tema que tienen? ¿Saben que pueden dejar esta sala de forma diferente a como llegaron? Ese es el amor de Dios que les habla. Cada célula de su cuerpo clama por esto porque cuando ustedes no están aquí, son una parte de ese proceso… son una parte de Dios. Por eso cada filamento de ADN tiene el nombre de Dios en hebreo estampado en él. ¿Creen que fue un error? (El trabajo de Gregg Braden y “El Código de Dios”).

El amor de Dios está más allá de su comprensión. Es lo que los trajo a esta sala. Es parte de la sincronicidad que está aquí, y a ese amor de Dios responderá su capa nueve del ADN y la capa seis quiere ser parte de eso (hablando de la identificación del nuevo ADN que está enseñando Kryon). Está más allá de cualquier cosa hacia lo que puedan tender, ya que su mente humana no lo puede captar. Es interdimensional y más allá de la comprensión, y simplemente se tiene que confiar en él. ¿Lo pueden hacer? Fe es confiar en lo invisible y se la necesita para comenzar siquiera a imaginar el concepto de amor desde el núcleo Universal… una energía que es el hogar para ustedes.

Queridos Trabajadores de la Luz , hoy estamos reunidos para ayudar a crear la paz en la Tierra. Comenzaremos a sembrar las semillas de luz que realmente se esparcirán desde aquí y harán la diferencia en el planeta. Hay muchísimos que sienten que esto es tonto –que la visualización y el formarse un concepto nunca detendrán la lucha. Están atascados en 3D y serán los que se oculten cuando llegue la tormenta. En cambio ustedes están aprendiendo a mantener alta su luz. Aquí tenemos a los jóvenes y a los mayores. Sin embargo, todos tienen una cosa en común del otro lado del velo –no hay edad. Todos ustedes son ancianos y eternos. Y yo canto su nombre en luz y seguiré haciéndolo, una y otra vez. Cada uno de ustedes ha llegado a propósito a este planeta, donde pueden hacer la mayor diferencia que hayan podido hacer alguna vez en todas sus expresiones terrenales. Si vibran más alto, van a tener una luz que brillará con mayor intensidad, y eso es lo que cambiará las mentes humanas y el polvo mismo de la Tierra.

La comitiva se agita aquí. Es casi hora de irse. Estoy a punto de decir las palabras, pero la comitiva me dice algo más. Los que querían la sanación del corazón, la tienen. Siéntanla. Ellos lo saben. Y los que vinieron por la sanación física –no es uno solo, sino tres. Eso es lo que ocurrió aquí en esta sala esta noche. Quizá ellos lo compartirán con ustedes cuando sea el momento y ustedes puedan irse de aquí y saber que es real.

Benditos los que se van distintos a como vinieron. Y por eso vienen a un lugar como éste –para sentarse en la energía del hogar. La comitiva se retira, de vuelta a través de la grieta en el velo por la que llegaron. Esta experiencia se llama canalizar. Nosotros no la llamamos así. No la llamamos así en absoluto. Cuando es tiempo de hacer esto, reunimos nuestras fuerzas y tocamos el timbre. Y decimos: “¡Nos están dejando entrar de nuevo! Es hora de la reunión.” Entonces venimos a verlos y a amarlos una vez más con una compasión que va más allá de nada que hayan experimentado jamás. Y así es que vinieron.

Y así es que cuando dejamos esta sala, ustedes se llevan una parte de mí con ustedes. No esperaban eso, ¿no es verdad? Pero así es como ha sido siempre. Hasta que los vuelva a ver.

Y así es.